La peste negra y sus consecuencias

Hay consenso al decir que a principios del S XIV la expansión económica y demográfica de la que disfrutaba Europa llegó a su fin. A partir de aquí, hay un estancamiento demográfico y una recesión económica, antes de la peste, y la peste negra supondría el golpe de gracia a la demografía europea, tanto que hasta la segunda mitad del SXVI no se alcanzarían unas cifras de población similares a las que había a principios del XIV.

Hay una gran riqueza de fuentes, como los registros parroquiales que muestran los fuegos, las cartas de vecindad, etc…, que permiten conocer la población más fiablemente.

A comienzos del SXIV la población total de Europa  oscilaría entre los 75-80 millones, y las densidades de población oscilarían entre los 60xkm² en las zonas más urbanizadas, y 4-5xkm² en las zonas menos urbanizadas.

Otro dato es que del conjunto de la población un 80% era población rural, y en algunas áreas sería aún mayor el porcentaje, llegando al 90%.

Antes de la peste la zona más poblada de Europa era el norte de Francia y la mitad norte de Italia. En estos lugares habría una alta densidad de población urbana: En torno a 1300 habría grandes metrópolis como Milán, Florencia, Venecia y París, con una población entre los 80.000 y los 100.000 habitantes. A parte habría otras ciudades de menos tamaño, como Toledo, Barcelona, Pisa o Brujas, con 40.000-80.000 habitantes.

Pero esto toca techo en el SXIV al producirse un estancamiento por hambrunas, provocadas por  crisis de producción agrícolas. Todo ello provocó desequilibrios en los órdenes demográficos, produciéndose grandes migraciones del campo a la ciudad y, todo ello predispuso a la población para sufrir un ataque mucho más violento de la peste.

En este contexto nada favorable irrumpe la peste en Europa. Se originó en la Península de Crimea, en el Mar Negro. Los comerciantes traerían de allí  en sus barcos las ratas y las pulgas transmisoras de la peste, y al llegar a los principales puertos ésta se extendería.

En 1347 ya estaba extendida en zonas del Mediterráneo. En 1348 todo el ámbito Mediterráneo ya estaba infectado, y también algunas zonas del centro de Europa. En 1349 siguió avanzando y en 1350-1351 llegó ya al norte.

Básicamente, la peste bubónica se produce por la bacteria Yersinia Pestis. Esta bacteria es transportada por la rata negra, y cuando la pulga de la rata  picaba a una persona se extendía la enfermedad, provocando esos bubones o bultos en el cuerpo.

Representación de la peste, donde se pueden ver esos bulbos

La aparición de la peste motivó toda una serie de miedos y temores que hizo que se despertase un sentimiento de culpabilidad y que se hicieran comunes las procesiones de flagelantes ya que lo atribuían a un castigo divino. También culpaban a los judíos, y hubo matanzas generalizadas de ellos.

En cuanto a los datos de mortandad, murió ¼ parte o 1/3 parte según los cálculos tradicionales, pero en la actualidad se cree que fue mucho mayor, creyéndose que pudo morir el 50%-60% de la población europea.

La población europea quedaría así a finales del SXIV entre los 35-40 millones de habitantes.

Hay diferencias regionales sobre donde afectó más o menos, y en el mundo urbano fue mayor que en el rural, y también según países, pues según el clima la enfermedad se extendía más o menos.

Tras este primer brote (1348-1352) hay otros como en los años sesenta del SXIV y en los siguientes siglos.

Como consecuencia, la población europea se ve reducida, y hasta el 1500 no comenzaría a recuperarse, continuando su aumento y recuperando las cifras previas en el SXVI. Hacen falta dos siglos para que se recuperaran los niveles de población previos a la peste.

Además tiene consecuencias en la economía, como que hubiese una escasez de mano de obra, siendo así la segunda mitad del SXIV la “Edad de oro del campesino asalariado”, pues al no haber competencia se consiguió un aumento de salario.

Otra consecuencia son las despoblaciones, quedando completamente abandonadas grandes regiones, abandono que se prolongaría a lo largo del SXV.

Y otra consecuencia es la disminución de los lugares de población que existían en Europa en beneficio del mundo urbano.

Europa no volvió a ser la misma después de sufrir la experiencia traumática de la peste, y tardaría en recuperarse aún mucho tiempo del trauma que supuso.