Los orígenes del gótico deben buscarse en la evolución misma del arte romántico. Se consolidaría en el siglo XIII, pero su expansión tendría lugar en los siglos XIV y XV, conviviendo muchas veces con las corrientes renacentistas.
El gótico ha sido interpretado como producto de una nueva sociedad. El empleo de la luz fue una de sus principales aportaciones, pero la nueva sociedad urbana y mercantil fue el marco en que esta nueva concepción artística encontró el sitio idóneo para desarrollarse, pues comenzó la construcción de castillos, palacios, palacios públicos, mansiones, catedrales, conventos urbanos, etc...
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Abadía de Saint Denis, interior |
El arte gótico surgió en la región de la Isla de Francia. Suger, abad de San Denís, fue el principal impulsor de su primer edificio emblemático, la basílica real de San Denís, consagrada en 1144. El elemento fundamental de este estilo es la bóveda de crucería, que permite levantar edificios más altos y ligeros. Los arbotantes y el reparto de empujes en pilares exteriores reducen el espesor de los muros a su mínima expresión, a la vez que el uso masivo de vidrieras policromadas crea unas iluminaciones interiores hasta entonces desconocidas, utilizándose así la luz como parte del ritual religioso.
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Catedral de Beauvais |
En la inacabada catedral de Beauvais se alcanzarían los 48 metros de altura, el punto más alto de las posibilidades constructivas de la época, y se rozaron los límites teóricos del equilibrio entre el empuje de las bóvedas y la resistencia de los pilares.
Todavía en el siglo XII se construyeron siguiendo estas directrices las catedrales de Noyon, Sens, París y
Laon, pero el nuevo estilo alcanzaría su período de madurez a principios del siglo XIII, en las catedrales de Chartres, Amiens, Reims y Bourges, que abrieron la época de las grandes hazañas arquitectónicas de mediados de siglo con la catedral de Beauvais y la Sainte Chapelle de París.
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Interior Catedral de León |
Desde su cuna francesa, el gótico se extendería por toda Europa: Bruselas, Amberes, Toledo, León, Siena, Milán, Colonia, Viena, Salisbury, York,...etc.
Toda la época quedó marcada por el arte gótico, y muchas ciudades, familias y gremios llegarían arruinarse por tratar de levantar la catedral o la iglesia más imponente.
Los siglos XIV y XV serían plenamente góticos en la mayor parte de Europa. También fueron los siglos en que las corrientes literarias y artísticas iniciaron su camino hacia un humanismo que cristalizó artísticamente en la concepción estética renacentista.
Pero aún el gótico se desarrollaba en Europa.
En el campo de la pintura, se desarrolla una gran diversidad. Se va produciendo una evolución en busca de un mayor naturalismo. Se busca el naturalismo en las expresiones, en la forma de realizar los cuerpos. Es una pintura que busca cada vez más el sentimiento, y esto tiene que ver con una religiosidad cada vez más individual y mística. Otra cuestión muy importante es que cada vez se van conociendo más los nombres de los artístas: se van convirtiendo en elementos importantes para esta burguesía, y comienzan a ser reconocidos por la comunidad.
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Salterio de la Reina Ingeburge |
La primera gran corriente es el gótico lineal, que se desarrolla en el siglo XIII y que recibe su nombre por los gruesos contornos de las figuras. Está relacionado con la producción de vidrieras. Es una pintura que se caracteriza por su color, un color bastante plano, muy básico, que no da sensación de espacio o profundidad. Suele tener fondos dorados y si existe algún tipo de referencia al paisaje o arquitectura es muy convencional. Un ejemplo sería el Salterio de la Reina Ingeburge, encargado en el siglo XIII por esta reina francesa. Es un salterio, un libro de rezos, para uso personal de la reina, con una gran cantidad de iluminaciones.
La siguiente gran corriente de la pintura en estos tiempos, sin entrar en la incipiente renacentista en Italia, es el gótico internacional.
El gótico internacional se desarrolla entre 1375 y 1450. A mediados del siglo XIV tiene lugar el gran brote de peste que asola Europa. Los que sobreviven inician un período de prosperidad, pero quieren olvidar este hecho. El arte se renueva así, y este va a ser un arte escapista, que muestra una realidad ideal, ajena a esa cruda realidad. Es un momento en el que los artistas dejan de trabajar en una única corte, viajan, y así se extienden los estilos y se influyen unos a otros. Otra característica es que aparece una realidad microscópica, un naturalismo microscópico. Se pinta con la misma precisión lo que está en primer plano como lo del último.
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Muy ricas horas, mes de julio |
Destacaría en este estilo por encima de cualquier otra obra a la miniatura de las muy ricas horas del Duque de Berry, realizado por los hermanos Limbourg a principios del siglo XV. Destaca un calendario donde a cada mes del año le correspondía una actividad, y se le da un caracter idílico a las representaciones.
Como conclusión, el arte gótico fue un arte que convivió entre el románico, lo plenamente medieval, y el renacentista, lo plenamente moderno. Pero ello no es óbice para olvidar la importancia de este estilo artístico, el arte de la altura, del color, de la luz, que muestra el cambio de mentalidad, de sociedad, en la Edad Media, no siendo ésta uniforme como se suele pensar, sino que dentro de sí sufre toda una serie de cambios que si cabe la hacen aún más bella e interesante.